Jimena Monteverde y un divertido momento en la "Noche de Mirtha Legrand"

Jimena Monteverde, la chef de la “Mesa de Mirtha Legrand”, es famosa no solo por sus platos fantásticos y deliciosos, sino que también es reconocida por sus idas y vueltas con Juana Viale, que son cada vez más recurrentes y más picantes, se podría decir. 

Jimena Monteverde y Juana Viale hacen comentarios de todo tipo, incluido los de doble sentido, y la apuesta sube a ver quien dice el disparate más grande.

Esto fue lo que ocurrió en la “Mesa de Mirtha” en la noche de este sábado 9 de octubre cuando la cocinera estaba trayendo los platos que iban a comer los invitados.  Esta vez se sentaron a almorzar con Juana el economista y candidato de Juntos por el Cambio, Rogelio Frigerio; Martín Tetaz también candidato; Mariano Yezze, periodista; y Fernando Cichero, reconocido doctor argentino.

La nieta de Mirtha Legrand otra vez se hizo cargo de la mesaza y protagonizó un picante diálogo con la cocinera Jimena Monteverde, quien cada vez tiene una mayor participación y visibilidad en el programa de la diva argentina.

Fuente: (El Trece/YouTube). 

• Al momento de presentar los platos Monteverde dijo: “Tienen un lomo”, y antes de que pudiera terminar la descripción de su preparación Juana la interrumpió con un: “Ay muchas gracias”. A lo que la cocinera respondió: “¿Y el mío?”, dijo entre risas Jimena.

Cómo me gustaría ser papa frita, para acompañar ese lomo.

Esas fueron las palabras que le dijo Jimena a Juana Viale quien respondió: “Apaaaa”, en un diálogo subido de tono que se repite cada vez más entre la cocinera y la conductora del programa. Por lo menos, hay química y buena onda.

La buena relación y el diálogo entre Monteverde y Viale se produce luego de que el pasado mes de septiembre la conductora le llamara la atención al aire a la cocinera en el momento preciso en el que se acercó a la mesa para presentar sus platos. Al parecer, se le cayeron algunos elementos de la preparación mientras caminaba y con una voz fuerte y seca Juana le dijo: “¡Estás tirando todo!”. Nos alegra saber que todo está bien y que solo fue un llamado de atención sin importancia.