Nino Bravo: Un legado musical latente

Nacido como Luis Manuel Ferri Llopis, el 3 de agosto de 1944 en un pueblo valenciano llamado Ayelo de Malferit, Nino Bravo había dado sus primero pasos en la música a los 20 años, tras la fundación del grupo “Los Hispánicos”, formación surgida junto a sus dos amigos: Félix Sánchez y Salvador Aranda.

En ese sentido, y a más de 40 años de su pérdida física, Bravo se mantiene presente por medio de cada una de sus canciones que, actualmente, son entonadas por grandes y chicos, a nivel internacional, ya que dejó un legado musical único, entre el que se encuentra su último disco que se convirtió en un éxito que nunca pudo percibir.  

Un libro quedará abierto, una carta sin escribir, de un árbol caerá una hoja y yo me alejaré de ti.

Cantaba el intérprete en su famosa canción “Esa será mi casa”, provocando una sensación de algo inconcluso, tal y como la cantidad de proyectos que él dejó tras perder la vida, por un accidente con su BMW 2800 modelo 1970, el 16 de abril de 1973. Cabe destacar que los músicos que lo acompañaban, José Juesas, Fernando Romero y Miguel Ciaurriz, salieron ilesos.

Fuente: (Instagram) 

Los cuatro  viajaban de Madrid a Valencia con el objetivo de grabar y reunirse con la discográfica.

El guitarrista de Bravo, Romero, tras el fatídico hecho, había declarado: “El accidente fue por una curva, incluso no demasiado difícil, en que se abrió un poco el coche, por lo que se ladeó hacia la izquierda, posteriormente se fue hacia la derecha, y ahí agarramos la cuneta y dimos unas cuantas vueltas de campana”.

Si bien no era la primera vez que Nino tomaba la ruta Nacional III, más conocida en Madrid como la Carretera de Valencia, el triste acontecimiento generó un gran dolor a nivel mundial, ya que calló a una de las voces más importantes que, para muchos fanáticos, “hacía las canciones más lindas”.

Para finalizar, Nino Bravo, que parecería estar más vivo que nunca, antes de su deceso, había proyectado una gran gira por el continente Americano y tenía preparado el disco “Y Volumen 5”, para el que había dejado 10 canciones listas. Por eso, en septiembre de 1973, la Plaza de Toros de Valencia se llenó de artistas como Julio Iglesias, que un dudaron en rendirle homenaje, para dar cuenta de su latente legado.