J Balvin y Metallica: una colaboración que generó polémica

Hace un tiempo, se conoció la noticia de que Metallica recopilará en "The Metallica Blacklist" éxitos discográficos de la banda con colaboraciones, covers cantados por otros artistas y reversiones del material propio. Algunas de ellas, un poco más anormales de lo que se esperaba y con gran diferencia genérica del heavy metal. 

J Balvin fue uno de los nombres que causó revuelo e incluso enojo entre muchos de los fanáticos de la mítica banda. El ídolo colombiano y máximo del reggaetón compuso su propia parte en español para la canción "Wherever I May Roam". 

El cantante es uno de los artistas de habla hispana más conocidos alrededor del mundo en este momento, y lo escuchan en sitios donde ni siquiera entienden su idioma. Una de las cuestiones que generó controversia fue que acusaban a la banda de convocarlo íntegramente por una estrategia económica. 

Los géneros musicales siempre han existido para identificar las diferentes melodías, pero, ante la colaboración de J Balvin con Metallica, funcionaron como una limitación a la hora de expandir los horizontes del sonido, crear nuevas propuestas y apuntar a otro público. 

Mi banda y una de mis canciones favoritas. La música se hizo para unir #MetallicaBlacklist.

Así se refirió el reggaetonero en su cuenta de Instagram a la colaboración, y publicó un fragmento de su actuación en la versión del famoso tema. Fue inevitable hacer alusión a la diferencia de "géneros" que estuvo en boca de todo el mundo. 

Ante la controversia generada, la revista Gente le consultó al famoso productor musical Oscar Mediavilla sobre el tema, y este aseguró que la música es algo dinámico, que ya no distingue "qué es bueno o qué es malo", sino que "es algo necesario para ambas partes". 

Los artistas ya establecidos de la vieja escuela no tienen esa cantidad de seguidores y los otros chicos por ahí tienen esa cantidad de seguidores, pero no tienen historia. La música está todo el tiempo modificándose, cambiando. Después están los puristas que siguen escuchando a Pink Floyd en discos de vinilo.