Marina Calabró y el reclamo de una panelista "LAM"

Marina Calabró, hija del recordado Juan Carlos Calabró, desde hace años afianzó su nombre no solo en la televisión sino también en radio. La periodista y politóloga se desempeñó como panelista en el programa de Jorge Rial, "Intrusos" hace algunos años y así inició su camino en el periodismo de espectáculos.

Marina, tuvo su propio programa, "Confrontados", que se emitía por las tardes de Canal 9. Este año regresó a la televisión junto al periodista de espectáculos Rial, en el programa TV Nostra. Sin embargo, luego del repentino final del ciclo, y no teniendo un proyecto propio, recibió la invitación de Ángel de Brito para participar del programa  "LAM".

Con la autorización de Jorge Lanata, con quien trabaja en las mañanas de Radio Mitre, Calabró se incorporó como panelista del programa de El Trece, "Los Ángeles de la Mañana", reemplazando a la polémica panelista Yanina Latorre que se encuentra en Miami, Estados Unidos. 

LAM es un programa conducido por Ángel de Brito, en el que repasan de actualidad sobre el mundo del espectáculo y en especial sobre la participación de los integrantes del ciclo Show Match La Academia. El conductor cuenta con la presencia de panelistas que debaten sobre el desempeño de los participantes, su vida social y sobre los temas más polémicos del día a día.  

Marina es una profesional preparada que sabe cómo desenvolverse en el medio. Siempre su participación es elocuente y generadora de comentarios. En ésta oportunidad, confesó en el programa que tenía un adorno en su casa que en realidad no le pertenecía. Es que la periodista se sinceró diciendo que tiene algo que le robó a otra de las panelistas, Pia Shaw, quien actualmente trabaja también en LAM. Efectivamente tiene un cuadro colgado en la pared de su cocina. 

El departamento me vino con un clavo ocioso y lo puse ahí, pero es de Pía. Fue hace 4 años, cuando ella volvió a América con Rodrigo Lussich en Infama. 

Marina siguió con su relato y contó que el regalo había llegado a sus manos pero que, pese a haber creído que le correspondía, no era para ella. La panelista confesó su confusión y dijo 

Nunca leí la tarjeta que estaba en el fondo de la bolsa y estuvo cuatro años en mi casa. Cuando me lo reclaman en recepción de América me dicen "fijate que parece que era para Pía". Una cosa lleva a la otra y al final nunca te lo llevé.