Maite Peñoñori, lo que todos sospechan: "Me alejé porque necesitaba paz"

Maite Peñoñori es una gran laburadora. Desde hace un largo tiempo viene trabajando con fuerza para ocupar un lugar en los medios. No le fue fácil, pero ya tiene un espacio entre los periodistas de espectáculo, donde comenzó siendo notera, hasta que se afianzó como panelista.

Durante varios años formó parte del 'staff' de Ángel de Brito hasta que pasó a convertirse en una de sus angelitas en "LAM", donde fue calificada como la que percibía si había romance entre famosos. Sin embargo, a fines del año pasado dejó el programa y se despidió de sus compañeros con lágrimas. Maite les dijo que le habían ofrecido otro proyecto que no podía desdeñar.  

“Cuando me llamaron tuve la inquietud de intentar otras cosas", contó en "Mitre Life". Sin embargo, lo que pocos imaginaban es que se pasaría a "Intrusos", un ciclo rival de "LAM". Con lo cual, algunas de sus excompañeras la tildaron de traidora.

Sin embargo, un tiempo después volvió al programa de Ángel como invitada, narró todo lo que estaba haciendo y saldó sus deudas con el equipo. 

Hace pocos días, su exjefe contó que estaba en algo que tiene que ver con las artesanías. Por ello, presentó un par de platos de cerámica que ella realizó. “Ayer comimos asado y Maite me trajo este regalito hecho por sus propias manitos. Miren qué cosas lindas. En el perfil de ella tiene más para que vean”, comentó Ángel.

Maite se encargó de explicar en Paparazzi qué era lo que hacía. "Empecé el año pasado",  y relató que había iniciado alguna actividad manual, ya que le era necesario dejar el celular y despejarse. Entonces se puso a hacer regalos de sus creaciones a su familia y amigos, hasta que todos le preguntaron cuándo pondría su propia tienda.

En los últimos días, la periodista decidió alejarse un poco del foco mediático. Se comentó que se la veía cansada y al borde del estrés. Aunque ella no lo confirmó, se fue a descansar en Cariló. "Viste cuando te alejas unos kilómetros y te das cuenta cuánto necesitabas esa paz", contó.

Luego ahondó lo importante de "dejar un rato el teléfono para mirar el bosque, escuchar los pajaritos, contemplar el mar, caminar con el mate, compartir esas sobremesas maravillosas que no quedan capturadas en ninguna foto". Maite se tomó un tiempo para sí misma, hacia su ser interior.