Romina Yan: la pérdida más triste de la vida de Cris Morena

Romina Yan es uno de los iconos indiscutibles de la infancia de muchos argentinos. Su súbito final conmocionó a todos sus fanáticos y dejó una huella en todos aquellos que la querían.

La madre de Romina Yan sabía que el fallecimiento de su hija significaba una nueva etapa. No solo tuvieron que reacomodarse como familia, sino que también pensar qué iba a suceder con las giras, tiras y proyectos comprometidos que dejó la actriz.

Cris Morena supo sublimar todo con trabajo y en honor a su hija surgieron varios de los proyectos más exitosos de su carrera. Sus nietos supieron buscar el rumbo fuera del país, por eso cuando crecieron emigraron a la Meca de las artes.

Hice todo y nada funcionó.

Fuente: (AMBA 24).

La progenitora de la actriz explicó que durante un largo tiempo intento hacer cuanto pudo para mitigar la tristeza. Mientras más consejos seguía de sus amigos, menos lograba restañar su herida. Es por eso que solo había encontrado reparo en sus nietos y el amor que le brindaban.

Qué le paso a Romina Yan

Su vida era intensa y era una aficionada al deporte, pero también luchaba con el fantasma de la anorexia. A los 15 años comenzó con los episodios del trastorno alimenticio y vivió mucho tiempo bajo ese flagelo. Pero los 36 años y ya con sus hijos nacidos, la vida parecía color de rosas.

La mañana del 28 de septiembre del 2010 fue el final de su vida. Luego de llevar a los pequeños al colegio, trotó 6 km en la Ribera Martínez, para luego ir al gimnasio y continuar con el ejercicio en una cinta.

Tras 45 minutos, Romina Yan siguió su día y caminando unas cuadras sobre avenida Alvear, se descompensó. La llevaron de urgencia a la guardia del hospital central de Belgrano, pero a pesar de reanimarla por 50 minutos, los médicos no lograron que sobreviviera. En declaraciones posteriores comentaron que la misma había llegado sin signos vitales, a las 4:30 de la tarde.