Leo Montero: el recuerdo más emocionante de su madre

Leo Montero fue uno de los invitados al programa en la noche del sábado. En esta oportunidad, contó retazos de su historia de vida, detalló hechos que lo marcaron para siempre y lo moldearon como el hombre que es hoy. Su infancia, su familia, su paso por el mundo del básquet, sus inicios en su carrera como periodista, sus amores, incluso un antiguo romance del que poco se conocía.

Ante la escucha silenciosa y respetuosa de Juana Repetto, Silvestre, Josefina Pouso y Edith Hermida, Leo Montero pudo escudriñar en su mundo interior y volcar en palabras hechos que tenía muy guardados. Así recordó que, en los 90, tuvo un vínculo con la mejor tenista argentina, la consagrada Gabriela Sabatini, aunque recordó que "habremos estado 40 días en realidad”.

Más allá de aquel noviazgo, uno de los momentos más emocionanres de la noche se dio cuando Andy Kusnetzoff, el conductor del ciclo, le preguntó acerca de sus comienzos en los medios de comunicación, que dio pie al recuerdo de su mamá: "Empecé en una radio ilegal que, en realidad, era un lavadero de 2x2". En esa circunstancia trajo a su memoria a la mujer que le diera la vida.

"Le agarró un ACV, aunque en ese momento no se llamaba así. Quedó en estado vegetativo y ella nos había dicho alguna vez que odiaba esa situación. Entonces, nosotros, como hijos, íbamos a autorizar su desconexión", relató. Sin embargo, ella se fue sola.

Leo aprovechó para comentar que fue ella quien lo guio a la hora de elegir una profesión. "Cuando le dije a mi mamá lo que iba a estudiar, que era Profesorado de Educación Física, Kinesiología o Periodismo", fue ella quien lo apuntaló en su destino". "Vos sos pintón y tenés facilidad de palabras, tienes que seguir Periodismo", le dijo. De modo tal que "le hice caso y fue lo mejor que me pasó en la vida".

A la vez, el periodista contó un hecho que guarda entre sus recuerdos más queridos. Su mamá falleció un sábado, su sepelio fue al día siguiente. Y el martes el periodista tenía que jugar un importante partido de básquet, en el que la presencia de su progenitora estuvo más presente que nunca.

"No me preguntes por qué, pero jugué un partido de manera extraordinaria. Ella había jugado por mí", enfatizó. "Yo no había entrenado con mis compañeros, no arranqué de titular", explicó. Sin embargo, "como una cosa mágica, entré y la rompí. Hice 40 puntos", recordó.

Aquel momento quedó grabado en la memoria de Leo Montero. "Hubo emoción y llanto, mi papá estaba llorando. Tengo el recuerdo de todos abrazándome en la cancha", expresó con la voz quebrada. Sin dudas, aquella mujer estuvo presente en ese partido y continúa estando en la vida del conductor.