Moria, la mejor madrina

Moria es una mujer que desborda talento, pero también es de aquellas personas que saben entregar su amor y cariño a todos los que tocan su corazón. Su generosidad es reconocida por muchos, que recibieron una mano cuando más lo precisaban.

Como si eso fuese poco, Moria tiene una relación especial con los pequeños, sobre todo con sus nietos Helena y Dante, hijos de Sofía Gala, a quienes ama entrañablemente y de quienes habla maravillas. Ellos llenan cada espacio de su alma y son los dueños de su corazón.

Sin embargo, el corazón de la One tiene espacio para mucho más amor y otras relaciones. Justamente, es la que mantiene con Vitto Doménico, el hijo de Belén Francese y Fabián Lencinas, quienes la eligieron como madrina del pequeño, ya que ella presentó a la pareja y luego ofició de celestina.

Vitto fue bautizado a fines de diciembre del año pasado y la artista se convirtió en su madrina, junto con los hermanos de los papás, en una ceremonia en la que Moria no pudo contener su emoción. En esa ocasión, Belén dijo que la eligió porque "fue, junto con mi hermana, la persona que más estuvo presente en mi embarazo".

Es más, precisó que "Moria me preguntaba cómo estaba, me pedía que le contara de los controles y me compartía cosas de su embarazo". A la vez, enfatizó que manifestó "un amor genuino hacia mi hijo que sigue al día de hoy". 

En una entrevista que le realizaron en "Socios del Espectáculo", Belén contó que su relación de trabajo con la diva se convirtió en amistad, sobre todo por el amor que le prodiga a su pequeño, pues le dejó ver "un costado suyo que yo desconocía", explicó la mamá de Vitto. "Es una madrina muy presente, siempre está pendiente de los detalles", agregó. 

Asimismo, comentó que "yo había visto el trato que tenía con sus nietos y me encantaba en ese rol, pero con Vitto me sorprendió aún más". Y esto lo evidenció ayer, cuando el pequeño cumplió su primer año y la madrina no se apartó de su lado.

Así, pudo verse a Moria cantando el feliz cumpleaños, mientras sostenía a su ahijado y él le sonreía, lo que dejaba en claro la entrañable relación que los une.