Celeste Cid y un recuerdo que conmociona a todo el país

Celeste Cid tiene una trayectoria envidiable y un historial de novelas, series y películas con reconocimiento de nivel nacional e internacional. Muchos de los proyectos de los que participó en su carrera quedaron en la memoria de los televidentes, como así también sus icónicos personajes.

Su último trabajo en televisión, "Separadas", no tuvo el mejor desenlace debido a que Pol-ka y el El Trece interrumpieron las grabaciones por la pandemia. No obstante, Celeste Cid no se quedó con la mala experiencia y volvió con todo en "Planners", nueva serie que ya puede verse en Star+.

Más allá de su exitosa carrera, la actriz también vivió momentos muy complicados. Siempre logró salir adelante, en parte gracias al respaldo y acompañamiento de sus seres queridos, principalmente de sus hijos André Horvilleur, nacido en 2004, y Anton Noher, quien llegó a su vida en 2016.

"La niñ*z es mi zona más cómoda", manifestó hace un tiempo en diálogo con Clarín, dejando en claro que muchas cosas que vinieron después que son mejor no recordarlas. Entre ellas, la difícil etapa de varios años de su vida en la que tuvo que batallar contra un problema de consumo problemático.

Su historia comienza en San Cristóbal, Provincia de Buenos Aires, donde creció con sus padres y sus hermanos. Al igual que muchos de su época, había un lugar que le encantaba visitar: el Italpark, el conocido parque de diversiones que funcionó en el barrio de Recoleta por unas tres décadas.

"Decí infancia sin decir infancia", comentó la mediática, acompañada por la publicación del Museo MALBA que la transporta directamente a unos años de felicidad. Allí, se recuerda que el espacio fue fundado en 1960 y luego clausurado en 1990 por un accidente en una de sus instalaciones.

Celeste Cid se encuentra lejos de aquella infante que paseaba por el Italpark, pero según confirmó hace unos años todavía no desapareció. Igualmente, hoy ya lo vive de otra manera junto a Anton, su hijo menor, quien a diferencia de André, ya mayor de edad, todavía quiere jugar con su mamá.