Skincare y bronceado: los errores que debes evitar para no dañar tu piel

El bronceado es una de las formas más populares de darle un toque de color y luminosidad a la piel, y hay muchos productos del skincare, especialmente en verano, que ayuda cuando se busca resaltar el contraste con la ropa. Sin embargo, conseguir un bronceado perfecto y saludable no es tan fácil como parece, y requiere seguir una serie de cuidados y precauciones para evitar dañar la piel y comprometer su belleza y bienestar. 

Por eso, en este artículo te contamos cómo hacer un buen skincare antes, durante y después de broncearte, y cuáles son los errores más comunes que debes evitar al hacerlo, ya sea con el método tradicional de exposición solar o con el uso de autobronceadores.

Error 1: No hidratar tu piel

La hidratación es un factor clave para mantener la salud y el aspecto de tu piel, ya que le ayuda a conservar su elasticidad, suavidad y protección natural. Esto es especialmente importante cuando se trata de broncearse, ya que la piel se expone a factores externos que pueden resecarla, irritarla o quemarla, como los rayos UV, el cloro, el salitre o el viento.

Por eso, antes de broncearte debes aplicar una crema hidratante adecuada a tu tipo de piel, prestando especial atención a las zonas más sensibles o secas, como los codos, las rodillas o los tobillos. También debes hidratar tu piel después de broncearte, para reparar los posibles daños causados por el sol o los productos químicos, y prolongar la duración y el brillo de tu bronceado.

Error 2: Dejar la protección de lado

Uno de los errores más graves que puedes cometer al broncearte es no usar una protección solar adecuada, o aplicarla de forma insuficiente o irregular. La protección solar es imprescindible para evitar las quemaduras solares, que además de ser dolorosas y antiestéticas, pueden provocar manchas, arrugas, flacidez o incluso cáncer de piel a largo plazo.

Para proteger tu piel correctamente, debes elegir un producto con un factor de protección solar (FPS) acorde a tu fototipo (el grado de sensibilidad de tu piel al sol), y aplicarlo media hora antes de exponerte al sol, cubriendo todas las partes del cuerpo. También debes reaplicarlo cada dos horas o después de bañarte o sudar mucho, y evitar las horas centrales del día (entre las 10 y las 14 horas), cuando los rayos UV son más intensos y peligrosos.

Error 3: Olvidar exfoliarte

La exfoliación es otro paso fundamental para preparar tu piel para el bronceado, ya que elimina las células muertas que se acumulan en la superficie y que pueden impedir una absorción uniforme del sol o del autobronceador. Al exfoliar tu piel, también estimulas la circulación sanguínea y la renovación celular, lo que favorece la producción de melanina, el pigmento responsable del color de tu piel.

Lo ideal es exfoliar tu piel una o dos veces por semana, usando un producto suave y adecuado a tu tipo de piel, y realizando movimientos circulares y ascendentes por todo el cuerpo. Debes prestar especial atención a las zonas con piel más gruesa o rugosa, como los codos, las rodillas o los talones. Después de exfoliarte, recuerda hidratar bien tu piel para restaurar su equilibrio.

Error 4: Pasar demasiado tiempo bajo el sol

Aunque pueda parecer tentador pasar horas bajo el sol para conseguir un bronceado rápido e intenso, lo cierto es que esto puede ser muy perjudicial para tu piel y tu salud. El exceso de exposición solar puede provocar quemaduras solares severas, insolación, deshidratación o daños irreversibles en el ADN de las células cutáneas.

Para evitar estos riesgos, lo mejor es broncearse gradualmente y con moderación, empezando por sesiones cortas de 10 o 15 minutos y aumentando el tiempo progresivamente, sin superar los 30 minutos por sesión. También es conveniente alternar el sol con la sombra, y beber mucha agua para mantenerse hidratado y evitar el golpe de calor.

El bronceado puede ser una forma de realzar la belleza y el atractivo de tu piel, siempre y cuando lo hagas de forma responsable y siguiendo unos cuidados básicos. Así podrás disfrutar de una piel morena, sana y bonita durante todo el año, y hacer un buen skincare que te ayude a preservarla.