Salud: 5 consejos para ayudarte a prevenir el asma

Las enfermedades respiratorias afectan el sistema respiratorio, que incluye los órganos involucrados en la respiración, como los pulmones, las vías respiratorias y los músculos respiratorios. Estas enfermedades pueden tener diversas causas en nuestra salud, incluyendo infecciones, alergias, exposición a sustancias tóxicas o irritantes, factores genéticos y estilo de vida.

El asma es una enfermedad crónica del sistema respiratorio que afecta los pulmones y las vías respiratorias. En las personas con asma, las vías respiratorias se inflaman y se vuelven más estrechas, lo que dificulta el flujo normal del aire hacia dentro y fuera de los pulmones, entre otras consecuencias para nuestra salud. Esta obstrucción puede ocasionar síntomas como dificultad para respirar, sibilancias, opresión en el pecho y tos.

Ciertamente, dentro del grupo de personas que padecen asma, existe un subconjunto de individuos que tienen un tipo específico llamado asma de tipo 2. Esta forma de asma se caracteriza por compartir un proceso inflamatorio subyacente con otras enfermedades, como la dermatitis atópica (eczema), la poliposis nasal, la rinosinusitis y las alergias alimentarias.

La identificación del asma de tipo 2 y su asociación con estas enfermedades relacionadas es importante, ya que puede influir en las decisiones de tratamiento y ayudar a los médicos a personalizar el enfoque terapéutico. Los avances en la comprensión de estos subtipos de asma han permitido el desarrollo de terapias más dirigidas y efectivas para aquellos que presentan asma de tipo 2 y enfermedades concomitantes. A continuación, te damos 5 consejos para ayudarte a prevenir el asma.

1. Evita los desencadenantes 

Identificar y evitar los desencadenantes del asma es clave para prevenir los síntomas. Algunos desencadenantes comunes incluyen alérgenos como el polen, los ácaros del polvo, los animales domésticos, así como los irritantes como el humo del tabaco, los productos químicos fuertes y los olores intensos. Mantén tu entorno limpio y bien ventilado, y evita el contacto con sustancias que puedan desencadenar una respuesta asmática.

2. Mantén una buena higiene respiratoria

La limpieza regular de tu hogar, especialmente de las áreas propensas a la acumulación de polvo y ácaros, puede ayudar a reducir la exposición a alérgenos. Aspira, limpia con un trapo húmedo y lava la ropa de cama con regularidad. Además, es importante mantener una buena higiene personal, como lavarse las manos con frecuencia para prevenir infecciones respiratorias que puedan desencadenar síntomas asmáticos.

3. Evita el humo del tabaco 

El humo del tabaco es uno de los principales desencadenantes del asma y puede empeorar los síntomas en las personas que ya tienen la enfermedad. Evita el consumo de tabaco y mantente alejado de ambientes donde se fume. Si eres fumador, considera dejar de fumar y busca apoyo para lograrlo.

4. Mantén un estilo de vida saludable 

Adoptar hábitos de vida saludables puede ayudar a fortalecer el sistema inmunológico y reducir el riesgo de desarrollar asma o de tener exacerbaciones. Mantén una dieta equilibrada, rica en frutas y verduras, realiza ejercicio regularmente y duerme lo suficiente. Además, evita el estrés excesivo, ya que el estrés emocional puede desencadenar síntomas de asma en algunas personas.

5. Sigue tu plan de tratamiento 

Si ya tienes diagnóstico de asma, es importante que sigas fielmente el plan de tratamiento recomendado por tu médico. Esto incluye tomar los medicamentos recetados según las indicaciones, monitorear tus síntomas y realizar las pruebas de función pulmonar necesarias. Mantén una comunicación abierta con tu médico y realiza visitas de seguimiento periódicas para evaluar y ajustar tu tratamiento según sea necesario.

Los medicamentos para el asma suelen administrarse a través de inhaladores, dispositivos que permiten que el medicamento antiasmático se inhale directamente en las vías respiratorias. Estos inhaladores pueden contener polvo o un gas propulsor, y se utilizan para administrar la dosis adecuada del medicamento. La inhalación directa del medicamento asegura que llegue a las vías respiratorias y actúe de manera más efectiva en la reducción de la inflamación y el alivio de los síntomas del asma.

Por qué es importante ir al médico ante las primeras sospechas de asma

Realizar una revisión médica regular para el asma es de vital importancia. Estas permiten evaluar el estado de la enfermedad, controlar los síntomas y ajustar el plan de tratamiento de manera adecuada. El médico podrá realizar pruebas de función pulmonar para evaluar el flujo de aire y la respuesta de las vías respiratorias, así como identificar posibles desencadenantes y evaluar la efectividad de los medicamentos utilizados. Además, el médico puede proporcionar pautas actualizadas sobre medidas de prevención, consejos para el manejo de los síntomas y recomendaciones específicas para el control del asma.

A través de las revisiones periódicas con un profesional de la salud, se establece una relación de confianza con el médico, se promueve la adherencia al tratamiento y se asegura un manejo óptimo del asma, lo que contribuye a mejorar la calidad de vida y prevenir complicaciones a largo plazo.