MÚSICA

Chano: la historia detrás del 4 de noviembre

El cantante compuso “La Melodía de Dios”.
viernes, 4 de noviembre de 2022 · 19:47

Chano Moreno Charpentier es uno de los grandes cantautores de la Argentina. Con su música, supo captar al público y atraparlos en sus historias, todas basadas en anécdotas de su vida con fuertes comparaciones y poesías. 

Esta es la historia detrás de “La melodía de Dios”, compuesta por Chano Moreno Charpentier para su antigua banda, Tan Biónica, y la cual hizo que el 4 de noviembre no sea tan sólo un día, sino EL día para “atrasar las horas”. 

Pero, ¿Qué pasó el 4 de noviembre? En una entrevista realizada al diario El País, el cantante contó que es una fecha muy especial para él, ya que tomó la decisión de comenzar a despedirse de su padre, que estaba muy enfermo de cáncer y además, de terminar su vínculo con su novia Victoria. 

“El 4 de noviembre yo venía enfrentando dos duelos. Lo que quise decir en la canción es que la vida se repite a cada instante”, explicó el compositor

Fuente: (Youtube; Tan Biónica) 

Atrasaré las horas. 

Su canción, llamada “La melodía de Dios” intenta retratar la historia de que siempre es el mismo día para alguien que está comenzando un duelo. “Como en la película El Día de la Marmota, donde el tipo se despierta todos los días y es el mismo día. Yo me imaginaba algo parecido a eso”, explicó el ex líder de Tan Biónica

Además, recordó que una de los momentos que más recuerda, fue a su abuela preguntándole qué pasaría ahora que su padre ya no estaría entre ellos y que él, con mucha poética, le contestó: “atrasaré las horas”, y pronto, llevó esa pequeña metáfora a la canción que luego se volvería ícono de un día emblemático para  el llamado “piberío Biónico”. 

“No quiero nada más sin vos, no quiero estar a solas. No quiero Barcelona, dijo: ‘Hola’”, agregó Chano Moreno Charpentier, recordando esa larga despedida con su exnovia y su padre. Su dolor se transformó en canción y, si bien él se define como un “Melody Maker”, lo cierto es que el proceso creativo de “La Melodía de Dios” fue bastante arduo, ya que no encontraba en su cabeza las notas exactas para poder transmitir lo que sentía.