EVITA: semblanza de un corazón inclaudicable

Hoy se cumplen 69 años del fallecimiento de María Eva Duarte de Perón, “Evita”, líder carismática indiscutida del pueblo argentino. Sus orígenes humildes la dotaron de una profunda sensibilidad para comprender las necesidades de los más desfavorecidos.

Voló temprano, pero no sin antes dejar sembrada la semilla del amor al prójimo; la inquietud que provoca la desigualdad, la bronca que genera ser testigo del hambre, la miseria y la falta de oportunidades en contraste con los bolsillos llenos de unos pocos.

Se fue pronto, partida injusta, cuando finalmente alcanzaba sus máximos anhelos de poder ayudar.

Su paso por este mundo logró despertarnos y dejar para siempre el legado de la empatía; ayudar al pobre no es dar, es brindarse. Y en ese camino realizar el acto de revolución más grande que existe: INVOLUCRARSE. Escuchar, contener, abrazar.

Fuente: (ElColectivo).

Yo no me dejé arrancar el alma que traje de la calle, por eso no me deslumbró jamás la grandeza del poder y pude ver sus miserias. Por eso nunca me olvidé de las miserias de mi pueblo y pude ver sus grandezas.

El paso de Eva por cada escuela, por cada fábrica, por cada espacio que tocaba con su magia, generaba entusiasmo, despertaba voluntades y no hay quien la haya conocido que no haya quedado prendado de su encanto y su carisma.

Eva vive en cada argentino que lucha por los que menos tienen

Eva dejó un claro camino por recorrer, en el que su retórica aún permanece vigente.

Tomando una licencia poética me atrevo a decir que "Eva fue sembrada" y su semilla germinó al punto tal que en la actualidad diversas agrupaciones sociales, incluso una que lleva su nombre "Movimiento Evita", trabajan a diario por los que menos tienen, luchan por alcanzar la justicia social y se indignan ante la desigualdad.

Hasta la victoria, siempre

El pasado sábado en la tarde el Frente de Todos presentó las listas con los precandidatos para las próximas elecciones legislativas en Capital y Provincia.

No causó sorpresa ver en las mismas a dirigentes de agrupaciones sociales y sindicales, esto no es más que comenzar a transitar un camino de igualdad. 

Qué mejor que quienes recorren día a día los lugares más postergados de nuestro país sean los encargados de representarlos. 

Nadie va a conocer mejor las necesidades porque ellos trabajan con la gestión puesta en acción; pero no desde una oficina, no detrás de un escritorio: están, escuchan, contienen, como parte de las necesidades básicas a las cuales les ponen el cuerpo.